Plantas de energía nuclear de Alemania.  AFP

La crisis energética no modificó la determinación de Alemania de abandonar la energía nuclear: el sábado, la mayor economía europea desconectará sus tres últimas centrales, apostando por una transición verde sin reactores atómicos.

A orillas del río Neckar, a una hora de ruta de Stuttgart (sur), la cuenta regresiva ya comenzó: el humo blanco que se eleva desde 1989 de la central de Bade-Wurtemberg lanzará su última emanación.

Lo mismo ocurrirá más al este en el complejo bávaro de Isar 2 y al norte en Emsland, del otro lado del país, cerca de la frontera con Países Bajos.